jueves, 11 de diciembre de 2014

ALMA, ESPIRITU Y CUERPO, MENTE.... TODO.

Creo que todos en algún momento de nuestras vidas hemos tenido experiencias que no hemos podido explicar de una manera puramente racional, “recordamos a alguien y de repente el teléfono suena y es esa persona”, “presentimos que algo va a pasar y sucede”, “soñamos con alguna situación o sentimos algo y esta se da”, “escuchamos ruidos sin ninguna explicación posible”, y de seguro la lista podría continuar.  Tomaté unos segundos para pensar en estas situaciones que no has podido entender del todo.
Y esa es la primera señal que tenemos de que no solo nos movemos en un plano puramente físico, sino que hay otro -el espiritual- un poco más difícil de entender, pero que siempre nos anda haciendo guiños para que no podamos negar su existencia...

Todos somos alma, espíritu y cuerpo

De lo que tenemos que partir en primer lugar es de una mirada a nosotros mismos para que sea más fácil de entender lo que percibimos fuera. 
“Somos seres tripartitos: cuerpo, alma y espíritu. Sin embargo, lo más complicado de entender es la diferencia entre el alma y el espíritu. ¿Dónde ponemos la conciencia, dónde la intuición, dónde los sentimientos? Son preguntas que se han hecho a lo largo de los siglos.”
Cuerpo: Es lo que podemos tocar y lo que nos relaciona con el mundo físico. A través de él además acumulamos experiencias.
Alma: Es nuestra individualidad, allí encontramos las emociones como el amor, la ira, los deseos, también está nuestra mente o el intelecto donde se generan nuestros pensamientos
Espíritu: “Para los creyentes en Dios, es lo que nos une a él y está por encima del alma y del cuerpo. Es lo que pone el soplo de vida en nuestro cuerpo y es donde también se genera nuestra conciencia y también la intuición. Para los que nos creen en Dios, sería lo que nos une a otros seres humanos, aunque a veces no seamos conscientes de esta sensación. Los que practican yoga  o meditación, pueden hacer una diferenciación exacta entre el alma, el espíritu y el cuerpo. En el espíritu está la sabiduría universal”.

¿Qué es el mundo espiritual?

Ahora que hemos podido distinguir en nosotros mismos los tres conceptos: cuerpo, alma y espíritu, creo que será más fácil entender a qué nos referimos cuando mencionamos el mundo espiritual.
Nuestro espíritu es el que nos une a este mundo en el que la intuición y la conciencia son los reflejos claros. ¿Cómo se explicaría “saber” ciertas cosas antes de tiempo o sin tener un antecedente? Cuando morimos, se cree que lo que queda es el espíritu, porque el alma y el cuerpo se dejan, ya no hay sufrimiento, ni sentimientos particulares.”
Es más, muchas doctrinas y filosofías plantean que cuánto más nos acerquemos al mundo espiritual, más sabios y felices seremos. ¿Por qué? Porque en él estamos lejos de los problemas y cambios del mundo físico, incluso de las emociones que nos desubican o nos confunden. En él, solo se puede hablar de paz. Y justamente por esto, nuestra entrada a él, solo la experimentamos por segundos, minutos, o en situaciones especiales.

Puertas hacia el mundo espiritual

Teniendo en cuenta que los seres humanos tenemos un espíritu, todos en algún momento tenemos una puerta abierta hacia él. A mí me pasa a través de los sueños. He dejado de contar cuántas veces me sucedió, pero muchas veces he tenido “revelaciones” exactas de lo que iba a pasar a través de ellos. Esto es algo bastante común, porque durante el sueño entramos en una estado de conciencia diferente en el que podemos llegar a abandonar nuestro cuerpo.
Busca una posición en la que te encuentres cómoda y un espacio silencioso en el que nadie te interrumpa. La energía es algo que puedes sentir si te concentras. Si has tenido un día agitado, busca sentir paz; pasados unos minutos, lo conseguirás. Como ves, no se trata de lo que te haya pasado o no, sino de tu propia “energía” y del control que ejerzas sobre ella.

La energía con respecto a los demás

Seguramente te ha pasado. Conoces a alguien e inmediatamente algo te dice que no debes confiar en ella, o al revés, tienes la sensación de que ya se conocieran con anterioridad y solo desde hace quince minutos están hablando sobre temas totalmente personales. Todo se trata de energía: ambos conectaron su energía. ¿De qué otra manera podríamos explicar que sintamos confianza tan rápido?
Yo creo mucho en la energía, y  justamente pienso que creer en ella le da más libertad de manifestarse. Una experiencia que se ha repetido varias veces a lo largo de mi vida es “sentir” la energía del otro.
En algunas ocasiones, he sido capaz de sentir la energía de una persona que se encuentra cerca a mí (incluso estando de espaldas de ella). La sensación puede ser tan fuerte, en especial si se trata de una energía negativa (tristeza, rabia, estrés), que puedo llegar a contagiarme con ella.
Existen diversos ejercicios para aprender a controlarla. Hace unos años se hizo muy conocido el libro el Secreto, y justamente este libro se basa en la energía y en su control, resumido en la “Ley de atracción”, conceptualizada como la ley más poderosa del universo. Básicamente, se trata de atraer todo lo que realmente deseamos, teniendo una mente positiva

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