sábado, 28 de noviembre de 2015

Meditación. Nyma,

LA MEDITACION. 
Es frecuente confundir la meditación con técnicas de relajación, visualización o concentración. Aunque la relajación es necesaria para meditar y también una consecuencia de ello, la meditación es algo más profundo y sublime. A pesar de que al meditar nos concentremos en la experiencia en sí o quizás tengamos revelaciones en forma de imágenes, éstas son más una consecuencia del estado meditativo en que estamos, que la intención o descripción de éste.
Aprender meditación requiere práctica y paciencia, pero nunca esfuerzo mental o físico. Puede practicarse en la quietud o el movimiento; en el silencio o en medio del ruido. Por ejemplo, no es inusual para quien tiene experiencia en meditación, hacer sus quehaceres diarios en estado meditativo, e incluso existen técnicas que involucran moverse al compás de la música o un ejercicio intenso. Lo común en todas estas maneras de meditar es la búsqueda de un silencio interno donde la persona se centra en el presente sin ninguna distracción mental.

Para aprender a meditar:
  • Infórmese y conozca las opciones. Existen diferentes técnicas para meditar y es importante escoger la más acorde con nuestras necesidades y habilidades, para así facilitar el proceso. Por ejemplo, si le atrae más la música que el silencio o el baile que la quietud, quizás una danza derviche (práctica mahometana) sea aconsejable; si prefiere no empezar de cero y necesita apoyo en el proceso, entonces de pronto meditación guiada sea mejor opción.
  • Reserve el lugar y el momento. Nuestro cuerpo funciona de diferente manera basado en el horario y hábitos que manejamos, y también reacciona distinto al cansancio y el estrés. Si es nuevo en la práctica de la meditación elija un momento del día donde esté alerta. Empezar a meditar a media noche después de un día de trabajo intenso quizás conlleve a quedarse dormido en la mitad de la sesión; o de pronto no es una persona madrugadora y practicar en la mañana pueda tener el mismo resultado. Así mismo, elija un lugar de su hogar o trabajo donde pueda meditar sin interrupciones y donde se sienta cómodo y a gusto con olores, colores y sensaciones.
  • Respire. Aprender a respirar es esencial para lograr un nivel profundo de relajación y renovar la energía del cuerpo, proveyendo oxígeno a los órganos internos y especialmente al cerebro. Para empezar, es ideal sentarse con la espalda recta y en una posición cómoda. Inhale por la nariz lenta y profundamente, sostenga la respiración por cuatro segundos y exhale también lentamente. Al inhalar, el pecho no debe moverse mientras que el estómago se infla; al exhalar, el pecho se mantiene y el estómago vuelve a su estado inicial.

Ejercicio básico para iniciarse en la meditación

Es importante que al empezar la práctica no se preocupe por la técnica en sí o en si lo está haciendo de forma correcta. Simplemente empiece a construir el hábito, poco a poco, siendo paciente con el proceso y con usted mismo. Este es un regalo que usted se hace, así que recíbalo con anhelo y entusiasmo.
  1. Elija ropa cómoda y diríjase al lugar reservado. Asegúrese de no ser interrumpido por el teléfono, visitas o alguien de la familia.
  2. Comience con tres minutos de respiración hasta que su cuerpo y mente estén relajados.
  3. Las primeras veces, mientras se acostumbra, medite sentado para evitar dormirse. Elija una silla cómoda y mantenga una postura relajada pero con la espalda recta y los pies sobre el piso.
  4. Prenda una vela y póngala al frente, a una distancia de aproximadamente uno o dos pies. Empiece a meditar concentrándose en la llama. No piense ni mire nada en particular, sólo céntrese en la llama. (Si sus ojos no se adaptan o le molesta la luz, reemplace la vela con un vaso de agua.)
  5. Durante la sesión, ideas y recuerdos visitarán su mente; quizás ese uniforme que su hija necesita, el incidente que tuvo en el trabajo esta mañana, las cuentas por pagar, o la cita de la tarde. Contemple estos pensamientos por un segundo y luego sutilmente déjelos de lado. Si regresan, sólo déjelos pasar y despídalos una vez más.
  6. Practique todos los días por cinco minutos. Agregue dos minutos de práctica por cada semana que complete.
Después de al menos un mes de práctica o cuando ya haya experimentado, así sea por un breve momento, un estado meditativo, puede empezar a explorar técnicas más avanzadas o variadas de meditación.


LOS SIETE CHAKRAS. NYMA.


  • LOS SIETE CHAKRAS. 


  • Primer chakra (Muladhara): Asociado con el color rojo y con el elemento tierra, este centro energético es chakra de nuestro sustento y nuestra supervivencia. Está ubicado en la base de la columna vertebral y se puede decir que es nuestra raíz, aquello que nos da arraigo física y emocionalmente. Es la energía que nos provee la sensación de tener las necesidades básicas satisfechas, del cuidado del cuerpo y la estabilidad material y seguridad emocional primordiales. En el cuerpo, es el chakra que se relaciona con el intestino, las piernas, los pies y la base de la columna.


  • Segundo chakra (Svadhisthana): El segundo chakra vibra en color naranja y es el chakra que nos permite abrirnos al fluir de la vida. Su elemento es el agua. En el cuerpo, está relacionado con las caderas y los genitales, los órganos reproductivos, los riñones y la vejiga. Un equilibrio de Svadisthana chakra se representa en sensibilidad y la receptividad. Constituye una apertura hacia las experiencias de la vida, hacia el asombro permanente, hacia la magia de aquello que se tiene alrededor, la aceptación del cambio y el disfrute de las experiencias sensoriales. Por esto, se concibe como el chakra de la sensualidad y de las emociones vividas de una manera sana y gratificante.

  • Tercer chakra (Manipura): Este chakra está asociado con el color amarillo y está ubicado en el plexo solar. Sus funciones se relacionan con el sistema digestivo y simbólicamente, con el fuego interior de cada uno. Su elemento es el fuego. El tercer chakra tiene que ver con el poder personal. Se refleja en asumir la propia vida, en la capacidad de acción y autoafirmación ante el mundo. Es el centro energético relacionado con la confianza en uno mismo. Esta pulsión nos ayuda en la toma de decisiones y el enfrentarse a los riesgos, a establecer límites y necesidades ante nosotros mismos y los demás, y nos da voluntad de logro. Tiene que ver con los principios sobre los que decidimos vivir.

  • Cuarto chakra (Anahata): El chakra del corazón actúa como un punto de conexión y equilibrio entre el mundo físico, al cual pertenecen los tres primeros chakras y la dimensión espiritual, al cual están ligados los tres siguientes, siendo el chakra del centro, el cuarto. Su elemento es el aire y está relacionado con las vías respiratorias. Está localizado en el corazón y abarca la parte superior del pecho. De color verde o rosado, nos empodera y revitaliza con la fuerza del amor: la compasión, la unión con todo lo que se manifiesta en el mundo como energía divina, la armonía, el amor de pareja y de familia, la amistad, el amor hacia nosotros y la conexión con la existencia.

  • Quinto chakra (Vishuddha): El primer chakra de nuestro ser trascendente está relacionado con la purificación, que nos ayuda a encontrar nuestro camino hacia la conciencia, y con la voz de nuestro espíritu. El quinto chakra tiene una vibración azul turquesa y su elemento es el éter. Está ubicado en la garganta, y en el cuerpo se relaciona con el cuello, la garganta, la mandíbula y los dientes. Es el centro energético de la creatividad y la comunicación, por lo que es la energía que se activa con la escritura, el canto, el expresarse con claridad y saber escuchar. También se asocia con el sonido y con el poder sanador de las vibraciones, de donde se origina la energía de todo lo que se manifiesta.

    • Sexto chakra (Ajna): Ajna chakra es de color índigo y su elemento es la luz. Este chakra está localizado en aquel punto que en la tradición india se define como el “tercer ojo”, en la frente, justo entre nuestros dos ojos, aquel que se define como el contacto con otros niveles de conciencia. Físicamente su energía se conecta con la vista, la cabeza, y sus cualidades afectan la memoria y la capacidad de concentración. La fuerza del ajna chakra es la intuición, nuestra capacidad de conectarnos con el espíritu y la sabiduría universal. Propios de esta rueda energética son la imaginación, la creación artística, los sueños y el poder de las visualizaciones.

    • Séptimo chakra (Sahasrara): Este es el chakra de la conciencia pura. Por lo general se asocia con el color violeta, aunque su energía es también de color blanco: la más alta vibración y aquella que abarca todos los colores existentes. Está ubicado en la corona, y representa la espiritualidad. Su elemento es el pensamiento, por lo que contiene el poder de la mente: las energías vibracionales que permiten las otras fuerzas vitales y crean las experiencias. En el cuerpo, su vibración se manifiesta en los huesos y la piel. Este es el chakra que nos conecta con el infinito, con el sentido de la vida y la devoción y que por esta razón se representa como una flor de loto de cien pétalos. El séptimo chakra nos sintoniza con la divinidad y la gracia de nuestro ser verdadero.